Día 4: Quimper - Pointe du Raz - Locronan - Brest
Faros de la Bretaña francesa
Nuestra primera visita del día será Pointe du Raz, el cabo más occidental de la Bretaña, así que después de un rápido desayuno, recogemos maletas y nos ponemos de nuevo en marcha.
Pointe du Raz
Pointe du Raz es uno de los sitios naturales más populares de Bretaña debido tanto a su belleza como a su espectacularidad. Antiguamente fue considerado como el punto donde terminaba la tierra y de ahí, de hecho, viene el nombre del departamento de Finisterre.
Sus escarpados acantilados de 70 metros de altura, son el resultado de la fuerza de los elementos (combinación de vientos y enormes olas que lo golpean constantemente) y son realmente impresionantes.
Para visitar este enclave natural declarado “gran lugar de Francia” hay que dejar el coche en un parking de pago que se encuentra en la entrada a la zona (se paga con tarjeta a la salida. No es barato, (6,50€ en agosto 2019) pero la visita merece la pena. Desde el parking vamos caminando hasta el centro de visitantes de la Maison y nos hacemos con un plano y algo de información adicional.
En el año 1989, en toda esta zona se realizó una gran remodelación para recuperar el entorno natural del cabo, degradado por la afluencia masiva de turistas. Para ello derribaron todos los edificios existentes y delimitaron el paso de los visitantes a caminos y senderos señalizados. El Centro de Visitantes, que cuenta con una sala de exhibición que informa a los visitantes sobre el rico entorno natural del lugar, lo que le permite conocer su frágil naturaleza y sus innumerables atracciones.
Pointe du Raz, Bretaña |
Hacemos el recorrido marcado en el plano que nos lleva desde el centro de información hasta la Punta de Raz por el lado izquierdo, bordeando la zona de los acantilados, en unos 35 minutos andando con bastante tranquilidad ya que hacemos continuas paradas para disfrutar de las bonitas vistas.
Nuestro camino nos llega a un moderno faro. Este faro fue construido en 1861, encima de un islote llamado “Ar Gorle Bella” (que en bretón significa “la roca más alejada”) Construir el faro llevó 10 años y fue toda una proeza de la ingeniería, debido a las condiciones climatológicas que suele haber en esta zona.
Aquí también podemos ver la estatua de "Notre Dame des naufrages". Una escultura de mármol de Carrara que representan a la virgen, el niño y un marinero naufragado. Instalada aquí en 1904, recuerda que este tramo de mar, atravesado por una fuerte corriente, es particularmente peligroso para los navegantes,
Dejamos atrás estos emplazamientos, y llegado a la punta, donde vale la pena detenerse para admirando el paisaje.
Pointe du Raz, Bretaña |
Volvemos de nuevo al coche por un camino interior recto mucho más corto, apenas unos 10 minutos. Es hora de poner rumbo a uno de los pueblos más bonitos de la Bretaña francesa. Hablamos de Locronan.
Locronan
Locronan pertenece a la lista de “les plus beaux villages de France” (los pueblos más bellos de Francia) y es uno de los mejores ejemplos de los denominados “Pueblos de Granito” bretones.
Locronan, Bretaña |
Todo el centro de Locronan está extremadamente bien conservado. Los cables están soterrados, los carteles de las tiendas reproducen los tradicionales y no hay ningún elemento moderno. Las tradicionales casas de granito y tejados de pizarra están intercaladas con abundante vegetación. Aquí todo está cuidado hasta el más mínimo detalle, lo que lo convierte en un pueblo muy atractivo, donde pasear tranquilamente por sus calles es todo un placer.
Locronan, Bretaña |
Desde el parking llegamos rápidamente al punto más imponente de este pueblo, la plaza principal donde se encuentra la iglesia de Saint Ronan.
Edificada en 1420 por los duques de Bretaña, la fachada está inspirada en uno de los portales de la Catedral de Quimper. En el interior de la iglesia hay un intrincado altar, numerosas vidrieras, relieves tallados y estatuas religiosas medievales de madera pintada: la 'pieta' de la Virgen y el Cristo muerto y la estatua de San Ronan se encuentran entre las más interesantes. Detrás de la iglesia hay un pequeño y atractivo donde las lapidas y nichos están hechos de piedra granito al igual que la mayoría de la arquitectura del pueblo.
Locronan, Bretaña |
La Plaza de la Iglesia o Grand Place, es una plaza grande y atractiva, donde casi todas las casas datan de los siglos XVII y XVIII. Todas ellas son diferentes entre sí y tienen pequeños detalles arquitectónicos que las hacen muy interesantes. En el centro de la plaza hay un antiguo y fotogénico pozo que completa el bello conjunto arquitectónico. También hay algunas pequeñas tiendas y cafés y podemos encontrar la oficina de turismo donde se puede conseguir un folleto con un paseo sugerido.
Después de disfrutar de un agradable paseo, decidimos sentarnos en unos bancos en la entrada y disfrutar de unos ricos bocadillos antes de continuar hacia nuestra siguiente visita del día, el precioso pueblo de Le Faou.
Le Faou
Le Faou está considerada como “petite cité de caractère”. En tiempos pasados, tuvo gran prestigio y prosperidad, gracias a que era un puerto clave para el comercio. Ese pasado comercial todavía es patente en muchos lugares, como en la Plaza Mayor.
Pero si algo caracteriza a esta pintoresca aldea es que en ella se reúnen hasta 23 casas con entramado de madera y voladizos del siglo XVI y que están protegidas gracias a que se conservan prácticamente intactas. Desde 1561 está prohibido construir con este estilo, debido al riesgo de incendio. A lo largo de los siglos, las fachadas se han cubierto con pizarras finamente trabajadas.
Al final de la calle comercial, se llega a la iglesia de Saint-Sauveur, del siglo XVI, que se sitúa junto a la ría del Steir Goz. De esta iglesia destaca su campanario y, sobre todo, la pila bautismal, única en la Bretaña por su decoración.
Le Faou, Bretaña |
Pointe Saint-Mathieu
El faro de Saint-Mathieu está ubicado en un sitio excepcional, cerca de los escarpados acantilados azotados por el mar y los vientos y vigilando las ruinas de una antigua abadía
La abadía y su museo.
Según la leyenda, ucos comerciantes se salvaron milagrosamente de ahogarse en este promontorio al traer de vuelta el cuerpo del apóstol Mateo. El primer monasterio fue fundado aquí por Tanguy en el siglo VI para albergar las reliquias de este Santo.
La abadía, de construcción románica y gótica, data del siglo XI. Hasta la Revolución Francesa, los monjes benedictinos vivían aquí en comunidad y se encargaban de vigilar la costa utilizando para ello el “antepasado” del faro actual (una torre que fue destruida en un incendio).
Hoy en día aún se conserva la portada romana de la abadía, las bóvedas de piedra de la sillería del coro y los arcos de la nave.
Pointe Saint-Mathieu, Bretaña |
El faro
Con 37 m de altura (58 m sobre el nivel del mar), el faro fue construido en 1835 sobre las ruinas de la torre de la abadía. Construido en granito, señala a los barcos el camino a seguir para llegar a Brest Gully. Su destello blanco, que aparece cada 15 segundos, alcanza un rango de 29 millas (unos 55 km).
Se pueden subir los 163 escalones hasta la cima para descubrir un panorama de 360 ° sobre el mar, sus islas y los 10 faros que se encuentran en esta zona de la costa. Luego, la visita continúa en la exposición temporal situada en la planta baja del faro.
- Julio y agosto de 2019: 10h-19h30.Nota: Las últimas visitas del faro de Saint-Mathieu están programadas 30 minutos antes del cierre y están sujetas a las condiciones climáticas y al posible mantenimiento técnico.
- Precio: 3,5€,
Para finalizar el día, nos dirigimos a uno de los mejores lugares que se me ocurren para disfrutar de un atardecer, a apenas media hora de Brest, se encuenta Le Phare du Petit Minou.
Le phare du Petit Minou |
Es hora de retirarse a descansar a nuestro alojamiento de esta noche, el hotel Logis Hotel Center Brest .