Día 6 tarde: Monasterio de Alcobaça y Monasterio de Batalha. Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO
Excursión desde Lisboa: Monasterio de Alcobaça y Monasterio de Batalha
Al norte de Lisboa se encuentran tres monasterios que son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el monasterio de Alcobaça, el monasterio de Batalha y el Convento de Cristo en Tomar. Aunque nosotros los visitamos en dos días distintos, como parte de nuestra ruta por Portugal, también es posible visitar los tres en un solo día en una excursión desde Lisboa (siempre que se disponga de coche de alquiler). Además, si has comprado la Lisboa Card, la entrada a todos ellos es gratuita.
La verdad es que los tres son espectaculares y merece muchísimo la pena acercarte a conocerlos.
Desde Óbidos, en apenas 30 min llegamos al Monasterio de Alcobaça. En las inmediaciones hay parking de pago por horas. Metemos 1,50€ en la maquinita y ya disponemos de 1h 30min para realizar la visita!! No es necesario más tiempo.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1989, el imponente Monasterio de Alcobaça es uno de los testimonios más impresionantes y bellos de la arquitectura de Cister en toda Europa. Fundado por el primer rey de Portugal, D. Afonso Henriques, nació de la donación de las tierras de Alcobaça a la Orden del Cister por haber vencido a los árabes en la conquista de Santarém.
La fachada, que es realmente impresionante, aún conserva la portada gótica original, el rosetón y las ventanas laterales.
Monasterio de Alcobaça |
Entramos en el interior y compramos la entrada conjunta para visitar los tres monasterios anteriormente comentados por un precio de 15€ (cada uno por separado son 6€, no es mucho ahorro pero algo es algo)
La iglesia es el templo más grande de Portugal, mide 106 metros de largo por solo 23 de ancho, y tiene enormes pilares y columnas truncadas. Pero el interior es sobrio y está exento de decoración. En el centro de la nave, destacan los dos sepulcros labrados, situados uno en cada brazo del crucero. A la derecha la tumba de Pedro I y a la izquierda, la de su amante Inés de Castro. Protagonistas de uno de los romances más famosos de la historia portuguesa.
Don Pedro, hijo del rey Alfonso IV, y heredero al trono de Portugal, se enamoró de Inés, una de las damas de honor de su esposa. Cuando su esposa falleció al dar a luz, los amantes aprovecharon para casarse en secreto y contra la voluntad del rey, que se negaba a que su hijo se casara con Inés ya que había había buscado para él otra princesa. Por ello, cuando fué conocedorde la situación, conjuró con otros nobles para matarla.
Inés murio asesinada y tras el fallecimiento del rey Alfonso IV, su hijo asumió la corona. Como venganza a todo lo sucedido, ajustició a los traidores, embalsamo a su amada, la vistió de gala, la coronó estando ya muerta y obligó a todos los nobles a rendirla pleitesía como Reina.
Siguiendo las instrucciones de Pedro antes de morir, las tumbas de ambos fueron colocadas cara a cara con la intención de que, al despertar en el día del Juicio Final, su amada fuera lo primero que vieran sus ojos.
Monasterio de Alcobaça |
La visita continua por una sucesión de salas. Las más impresionantes para nosotros, sin duda, fueron:
- La sala de los reyes: en cuyas paredes están las estatuas de terracota policromada de los monarcas portugueses. Las preside Alfonso Henrique, el primer rey luso. También hay bonitos azulejos que narran la historia sobre el origen y fundación del monasterio.
- Las salas de los monjes: con más de 60 m de largo, era el dormitorio común.
- Las cocinas: dotadas de agua corriente canalizada directamente del río Alcoa y de unas enoooormes chimeneas (de casi 20 metros de altura), completamente decoradas de azulejos.
Monasterio de Alcobaça |
- El claustro: consta de dos plantas (el segundo piso fue construido unos tres siglos más tarde en el siglo XVI). Desde aquí se tienen unas bonitas vistas sobre el patio y la iglesia.
- El gran refectorio en el que se puede ver una estrechísima puerta. Se supone que los frailes que no pudieran atravesar esa puerta no podrían comer ese día.
Monasterio de Alcobaça |
Podéis encontrar más información sobre el monasterio, así como el horario de apertura, en su web.
Con esto damos por finalizada la visita y nos ponemos en camino hacia el monasterio de Batalha. Vamos un poco justos de tiempo ya que los horarios en Portugal son un poco limitados (cierra todo bastante pronto) pero al final lo logramos!!
Dejamos el coche justo al lado del Monasterio. Al igual que antes, el parking es de pago por horas por lo que volvemos a echar 1,50€ para la 1h30 aprox que calculamos que nos llevará la visita.
El Monasterio de Batalha, también llamado Monasterio de Santa María de la Victoria, es Patrimonio de la Humanidad desde 1983 y se trata sin duda de una joya.
En 1385 tras la muerte de Fernando I, último rey portugués de la Casa Borgoña, se inició un gran conflicto dinástico. Juan I de Castilla reclamó el trono, pero fué Joao I, apoyado por los nobles locales, el que fue coronado. Ante la inminente invasión castellana, el nuevo rey prometió a la Virgen la construcción de un monasterio si conseguía vencer y con ello la independencia de Portugal. Tres años después, en cumplimiento de esta promesa, se inició la construcción de la Abadía.
La construcción del monasterio se prolongó durante más de 150 años y durante esta larga etapa, participaron en ella quince arquitectos diferentes con estilos arquitectónicos distintos, por lo que podemos ver elementos góticos, manuelinos y renacentistas. Un auténtico espectáculo para la vista!!
Monasterio de Batalha |
La visita al monasterio se puede dividir en varias partes: las Capelas Imperfeitas o Capillas Inacabadas, la iglesia, la capilla de los fundadores, la casa capitular y el claustro.
Comenzamos nuestro recorrido por "Las capillas inacabadas", a las que se accede por una entrada independiente y desde el exterior. La puerta manuelina por la que se entra es impresionante!!
Las capillas inacabadas debieron haber sido un segundo mausoleo real pero solamente el rey Edward de Portugal y su esposa Eleanor de Aragón fueron enterrados aquí. Se trata de una estructura con planta octogonal en la que hay siete capillas. Pero como su nombre indica, esta parte del monasterio nunca fue terminada, por lo que el techo se quedó sin cubrir y se puede ver el cielo desde el interior. Aún así las decoración manuelina es espectacular!!
Monasterio de Batalha |
Monasterio de Batalha |
Volvemos a salir al exterior, y con las indicaciones que nos da la persona de la entrada, rodeamos el edificio y accedemos al monasterio.
La nave de la iglesia es muy pequeña en comparación con la altura y carece de decoraciones. Desde aquí se accede a "La capilla de los fundadores", hogar de varias tumbas de la familia real portuguesa. Lo más notable son las tumbas de Juan I de Portugal y su esposa Philippa de Lancaster que están situadas en el medio de la estancia. En una pared lateral están los túmulos de los hijos de los reyes y sus esposas.
Monasterio de Batalha |
Continuamos la visita con el Claustro Real que fue construido en estilo gótico, y que nada tiene que envidiarle al del Monasterio de los Jerónimos en Lisboa. Los "ventanales" ojivales con decoración manuelina son simplemente magníficos.
Monasterio de Batalha |
Por último visitamos la Sala Capitular, a la que se llega a través del Claustro. Es una sala de 19 metros cuadrados con una bóveda en forma de estrella de ocho puntas sin ningún apoyo central. En su interior se puede ver la tumba al soldado desconocido, donde arde permanentemente la "llama de la Patria", custodiada las 24h del día por dos soldados. Cada hora se puede contemplar el cambio de guardia.
Monasterio de Batalha |
Podéis encontrar más información sobre el monasterio, así como el horario de apertura, en su web.
Con esto damos por concluido el día de hoy, que ha sido de lo más productivo. Nos dirigimos a nuestro alojamiento, el Hotel Villa Batalha, a apenas 5 min en coche del Monasterio.
El hotel es moderno y funcional y cumple con creces nuestras expectativas. La relación calidad-precio, podemos decir que es, sin duda, el mejor del viaje hasta el momento. Además nos reciben invitándonos a una bebida . Francamente recomendable.
Después de acomodarnos volvemos a salir a buscar un sitio donde cenar. La oferta de restaurantes no es muy variada, por lo que terminamos cenando básicamente en el primero que encontramos abierto. Nada reseñable pero suficiente.
Toca descansar y recuperar fuerzas para mañana!!
Hotel Villa Batalha |