Día 4: Garmisch Partenkirchen – Ettal – schloss linderhof - Abadía de Rottenbuch - Wieskirche - Fussen
Abadías y palacios de ensueño en Baviera
El día amanece lluvioso y no pinta que vaya a mejorar, por lo que nos levantamos con calma y bajamos a desayunar.
Nos sorprende encontrarnos con un comedor moderno, lleno de luz (a pesar del día) y lo más importante... con un repleto buffet del que disfrutamos con gusto!!
Garmisch Partenkirchen |
Sobre las 10 de la mañana nos despedimos de nuestro alojamiento, el Hotel Alpina Garmisch-Partenkirchen, y nos ponemos en marcha.
Vistar la abadía de Ettal
Nuestra primera visita del día será la hermosa abadía de Ettal, enclavada en el pequeño pueblo de Ettal en los Alpes bávaros.
El horario de apertura es de lunes a sábado de 8.30-12.00 y de 13.15-17.45. Domingos y festivos de 9.00-10.45 y de 14.30-17.30. En el momento que empieza la misa, no permiten las visitas a turistas. La entrada al interior es gratuita. Para más información podéis visitar su web, aunque solo está disponible en alemán.
Abadía de Ettal |
La abadía fue fundada en 1330 por el emperador Ludwig IV, no el Ludwig de los palacios, sino el conocido como Ludwig der Bayer ("el bávaro"). La estructura gótica original era bastante modesta en comparación con la actual. Pero c uando el edificio fue destruido por un incendio en 1744, se construyó en su lugar este impresionante complejo en estilo barroco con elementos rococó.
La iglesia fue redecorada brillantemente en 1744-53, convirtiéndose en uno de los principales ejemplos del rococó bávaro. Su principal tesoro son los espectaculares frescos de su enorme cúpula de 65 metros de altura, pintados por Jacob Zeiller.
A día de hoy sigue siendo un monasterio activo por lo que la mayor parte no está abierto al público. Pero basta con admirar el impresionante exterior del monasterio y los frescos del interior de la Iglesía.
Abadía de Ettal |
Además el complejo también cuenta con una destilería, una cervecería, una fábrica de queso, una librería y un gran hotel.
- La fábrica de queso (Schaukäserei) se encuentra muy cerca del monasterio. En ella se producen unos pocos, pero muy sabrosos quesos, que se pueden degustar directamente en la quesería o llevartelos a casa. A través de grandes ventanas en la sala de ventas, se puede ver al fabricante de quesos trabajando.
- Los licores Ettaler, elaborados con una receta centenaria, todavía se destilan en el monasterio (Liqueurmanufaktur). Los monjes hacen siete licores diferentes, algunos con más de 70 hierbas procedentes de las montañas de los alrededores. Originalmente los licores se hicieron como medicinas, y tienen supuestamente propiedades saludables.
Abadía de Ettal |
- La fábrica de cerveza (Brauerei) lleva en funcionamiento desde 1609, más de un siglo. En sus instalaciones los monjes benedictinos elaboraron cuidadosamente la cerveza con malta y lúpulo cultivados localmente, y agua clara y pura de los Alpes de Baviera. Mmmmm...
Es posible recorrer la destilería y la cervecería en tour guiado pero solo está disponible en alemán. Por lo que prescindimos de hacerlo. Preferimos acercarnos a un local cercano y degustar estas especialidades por nuestra cuenta.
Abadía de Ettal |
Una vez finalizada la visita a la Abadía de Ettal ponemos rumbo hacia nuestro siguiente destino, el palacio de Linderhof.
El palacio de Linderhof
Linderhof es el más pequeño de los tres castillos bávaros ideados por Ludwig II, también conocido como "el Rey Loco", y el único que el monarca vio terminado durante su reinado. Fue también el que más tiempo ocupó, pues según parece, pasaba aquí dos semanas al mes, por lo que se puede considerar que era su castillo preferido.
Fue construido entre 1874 y 1878 sobre un antiguo refugio de caza del padre de Ludwig, en estilo rococó imitando la residencia del Rey Sol, Luis XIV de Francia, un personaje con el que Luis II de Baviera estaba completamente obsesionado y al que admiraba por encima de cualquier cosa.
Es muy fácil acceder hasta aquí en coche desde Ettal y se puede estacionar sin problemas en el parking, al lado del palacio, por 2.50€ el día.
Palacio de Linderhof |
El precio de la entrada al palacio y a los edificios del parque es de 8,5€ (para ver horarios de entrada y precios actualizados consultar la web oficial)
Y, aunque nosotros tenemos la entrada incluida en la tarjeta "Bayern Palace" de 14 días, tenemos que pasar por taquilla, puesto que la única forma de ver el interior del palacio es realizando una visita guiada y nos tienen que asignar grupo.
Hay recorridos frecuentes en inglés o alemán. Si no dominas ninguno de estos idiomas puedes solicitar una guía escrita disponible en varias lenguas, entre ellas el castellano. La visita dura aproximadamente unos 25 minutos y, desgraciadamente, una vez más, está prohibido sacar fotografías.
Desde las taquillas existe un caminito que conduce, en unos 10 minutos andando, a la puerta de entrada al Palacio.
Palacio de Linderhof |
A la hora asignada comenzamos la visita.
El interior del Palacio, aunque pequeño, es muy interesante. El cuarto de los espejos, junto con el dormitorio, son seguramente las salas más impactantes de todas y la verdad es que nos quedamos sin palabras al ver el exceso en la decoración y en el mobiliario. Pero mi estancia favorita, sin duda, fue el gran comedor. Al igual que las otras habitaciones está decorado con gran opulencia y ostentación. Pero lo más llamativo de este lugar es la mesa donde comía el rey que mediante un mecanismo se podía subir/bajar a las cocinas de palacio sin que el monarca tuviera que ver a ningún sirviente.
- Casa marroquí: es uno de los más cercanos de la entrada principal. Un edificio exótico con rayas rojas y blancas y con vistas al lago del cisne.
- La logia real: la antigua casa de campo de Maximiliano II, donde Louis II vivió a menudo antes de completar el palacio. El interior acoge una exposición con documentos y objetos de interés relacionados con la vida de Ludwig II.
- El Quiosco morisco: fue la aportación de Prusia para la Exposición Universal de París del año 1867 y fue realizado por el arquitecto Carl Von Diebitisch. Más tarde, el magnate de los ferrocarriles Bethel Henry Strousberg lo compró, pero debido a graves dificultades económicas del mismo, finalmente acabó en los jardines de Linderhof por orden de Luis II que se lo compró a Strousberg. Obviamente al monarca bávaro la decoración interior le parecía muy simple por lo que encargó realizar una fuente de mármol que colocó en el centro del edificio y mandó construir un lujoso trono con motivos de pavos reales, uno de los animales preferidos del rey.
- La Gruta de Venus: Se trata de cueva artificial a la que se accedía mediante un pasadizo secreto y en la que se realizaban actuaciones privadas de las óperas de Richard Wagner. Todo un hito en su género, pues la gruta estaba climatizada permanentemente a 20º C y contaba con iluminación eléctrica, una novedad en la Baviera de 1876. Allí el monarca recreó un lago subterráneo artificial con iluminación submarina, olas producidas artificialmente, efectos luminosos cambiantes gracias a vidrios rotatorios propulsados por las primeras máquinas dinamo, y el súmmum: una barca rococó en forma de concha gigante, rematada con un angelote, un escenario donde sus amigos cantantes interpretaban fragmentos de sus obras favoritas para él solito... Por desgracia no pudimos visitar el interior, ya que está cerrada por obras de restauración hasta el 2021.
Al norte de Linderhof también hay un bonito jardín. El rey mandó construir en la parte posterior del palacio una pequeña cascada, aprovechando la pendiente del terreno, en la parte inferior construyó una fuente dedicada a Neptuno y en la parte superior el Pabellón de la Música. Para decorar los laterales se colocaron grandes jarrones y pérgolas cubiertas de flores.
Palacio de Linderhof |
Tras la visita a Linderhof nos ponemos de nuevo en camino. Entre las localidades de Garmisch-Partenkirchen y Fussen, merece la pena hacer una parada en la pequeña localidad de Oberammergau para contemplar sus características y particulares “casas pintadas”.
Oberammergau y sus "casas pintadas"
Aparcar en el centro de Oberammergau nos resultó algo complicado, sobre todo porque nos encontramos todo el pueblo en obras y el suelo de muchas calles totalmente levantado. Finalmente encontramos un hueco con una señal con la típica imagen del reloj, donde pone 2 horas gratuitas. Así que hacemos uso por primera vez de este sistema.
Para poder aparcar aquí lo único que se necesita es un Parkscheibe, una especie de "reloj" (viene en todos los coches de alquiler). Indicamos la hora a la que hemos llegado en el Parkscheibe y lo dejamos puesto en la parte delantera del coche, bien visible, para que los controladores puedan verlo bien. Con nuestro coche bien aparcado nos vamos a conocer el pueblo.
Oberammergau, al igual que Garmisch-Partenkirchen donde nos alojamos anoche, es un pequeño y pintoresco pueblo de montaña, cuyo atractivo principal es disfrutar de sus casas pintadas. Todas ellas decoradas con la técnica llamada "Lüftlmalerei".
En esta misma calle donde hemos aparcado se encuentra la Iglesia de San Pedro y San Pablo, coronada por la típica cúpula verde (muy común en Baviera) y que merece la pena visitar por dentro para observar los estucos rococó y los frescos que adornan la cúpula y el techo.
Desde aquí nos acercamos a ver uno de los "Lüftlmalerei" más famosos de Oberammergau: el "Pilatushaus" (Ludwig-Thomas-Str.10). En las fachadas de esta bonita casa podemos ver representado el Palacio de Poncio Pilatos con minucioso detalle.
Oberammergau |
Oberammergau también es conocida por su escenificación de la pasión de Cristo que se representa cada 10 años en Semana Santa. En el año 1633, durante una epidemia de peste, los habitantes del pueblo juraron llevar a cabo esta escenificación periódica si eran protegidos de la enfermedad. Este hecho fue el origen de la famosa tradición, que se realizó por primera vez en 1634.
La escenificación se realiza cada diez años, con la participación de hasta 2.000 habitantes del pueblo. Se celebra, por tanto, todos los años terminados en cero.
No sabemos si debido a esto, por todo el pueblo encontramos tiendas que muestras en sus escaparates productos de temática religiosa.
Continuamos con nuestro recorrido. Pasear por las tranquilas calles de Oberammergau es un auténtico placer, tanto por las fachadas pintadas de algunos edificios (los detalles son realmente espectaculares) como por la belleza del pueblo en sí mismo (está situado en medio de las montañas y los paisajes son preciosos).
detalle de las casas pintadas en Oberammergau |
Pero sin duda, la joya de la corona, son las casas pintadas de "Hansel y Gretel" y "Caperucita Roja". En cada Casa las escenas interpretan un cuento de hadas distinto de una manera cristiana ya que van acompañadas de un proverbio. Por ejemplo el texto debajo de Gretel en la jaula de arriba se puede leer: "Que el coraje y la esperanza nunca fallen mientras los cielos de Dios prevalezcan".
Ambas se encuentran prácticamente una al lado de la otra y algo alejadas del centro. Por lo que decidimos acercarnos en coche.
casas pintadas en Oberammergau |
La Oberammergau nos ha encantado, pero tenemos que proseguir con nuestra jornada de hoy. Y aún nos quedan dos visitas antes de llegar a nuestro destino final!!
Abadía de Rottenbuch
La abadía de Rottenbuch, mucho menos conocido que el Monasterio de Ettal y que la iglesia de Peregrinación de Wies, que veremos después, es simplemente espectacular y bien merece una parada, ya que su iglesia es también una auténtica maravilla del rococó.
El horario es: en verano de 8 a.m. a 7 p.m. Y en invierno de 8 a.m. a 6 p.m. La entrada es gratuita.
La abadía de Rottenbuch |
Nuestra parada no se alarga mucho, ya que queremos llegar a Wies antes de que cierre.
Iglesia de Wies
La historia de esta iglesia arranca en 1738 cuando una campesina, Maria Lory, vio salir de una estatua de madera de Cristo flagelado lo que ella pensó eran lágrimas. Este milagro generó una avalancha de peregrinos que querían ver la estatua.
En 1740, se construyó una pequeña capilla para albergarla, pero pronto este edificio resultó insuficiente para acomodar al número creciente de peregrinos por lo que se decidió la construcción de la presente iglesia.
El interior está decorado en un elaborado estilo rococó, con trabajo de estuco, destacando la cúpula pintada con un fresco trampantojo.
Mientras nos encontramos en el interior vemos que empieza a entrar gente con instrumentos musicales. Se trata de un ensayo para el concierto que van a interpretar el 15/08. Pensamos que nos van a echar, pero... NOOO. Así que podemos disfrutar de este regalo inesperado. Simplemente sin palabras...
El horario es: en verano de 8.00 am a 8.00 pm. Solo hasta 5:00 pm en invierno. La entrada es gratuita.
Wieskirche, Baviera |
Y después de un día de lo más intenso llegamos a nuestro alojamiento de esta noche, el hotel Best Western Plus Hotel Füssen.
Füssen es una localidad turística situada al pie de los Alpes famosa por los conocidos castillos Neuschwanstein y Hohenschwangau, que se encuentran no muy lejos de la localidad, exactamente en Schwangau. Y que descubriremos mañana!!!