El castillo de Malbork

Hoy vamos a dedicar la primera parte del día a visitar el castillo de Malbork.

Esta situado a unos 60 kilómetros de la ciudad por lo que la mejor forma de llegar, si no tienes coche, es en tren. Se tarda entre 35min y 1hora (dependiendo del tipo de tren). Una vez llegas a la estación, hay que ir hacia la derecha, cruzar la carretera y coger la calle principal del pueblo hasta el castillo. Son unos 20 min andando, no tiene pérdida.

El horario de verano es un poco más amplio que el de invierno y, cosas del turisteo en masa, el precio también difiere ligeramente... Podéis consultar toda la información en su web. 

Como llegamos un poco antes de la apertura de las taquillas, aprovechamos este tiempo para cruzar a la otra orilla del río, desde donde se tiene una vista general espectacular de todo el recinto.

vistas desde el otro lado del río

Volvemos sobre nuestros pasos y compramos la entrada. La visita se realiza por libre y nos dan un plano y una audiogía en español (por cierto, bastante buena). Encendemos el aparatito y comenzamos la visita: "Bienvenidos al castillo de Malbork, la visita puede llevarles entre 3 y 5 horas..."   Pero no os asustéis, todo depende de lo que os entretengáis. Nosotras en 2h y media lo recorrimos todo perfectamente, y sin prisa. 

El castillo, con sus 200.000m2, es la fortaleza gótica de ladrillo más grande de Europa y fué declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1997.

muralla exterior

Fue construido entre los s.XIII y XIV por la Orden Militar de los Caballeros Teutónicos, cuya tarea era cristianizar las tierras paganas del Báltico sur, y tuvo uso militar hasta la II Guerra Mundial. Después de la guerra quedó reducido a escombros, y hoy se puede disfrutar de él gracias a las constantes obras de reconstrucción. De hecho, durante nuestra visita estaban restaurando la iglesia y parte de uno de los patios estaba con andamios.

exterior castillo Malbork

vamos 'pa dentro

Está formado por tres secciones diferentes, el castillo alto (es la zona eclesiástica y monástica), medio (es la zona residencial donde se encontraba el Palacio de los grandes maestres) y bajo (la zona dedicada al servicio), separados por fosos y torres.

patio interior

Durante las visita recorremos distintas estancias, como la capilla, las habitaciones, la cocina (muy bien recreada con ollas, vasijas, comida...) En esta última estancia nos parece curioso que, al ir a hacer una foto, nos dicen que prohibido usar flash  Pero si la comida es de cera/plástico!! ya me dirás... ni que fuesen originales de la época. En fin, ver para creer.

la cocina

Además también se puede recorrer un museo de armas y otro sobre el ámbar (con información sobre su formación y  algunas muestras de su uso en joyería). E incluso podemos ver sus ingeniosos sistemas de higiene...

momento escatológico

Una de las curiosidades del castillo es el sistema de calefacción, que se utilizó hasta el mismo siglo XIX, manteniendo la temperatura del castillo siempre cercana a los 20 grados. Estos teutones si que se lo montaban bien!!

el sistema de calefacción está instalado en el suelo

Finalizada nuestra visita volvemos a la estación de tren. Aquí tenemos nuestro primer y único incidente con los trenes polacos... Con nuestro billete comprado nos colocamos en el anden donde esta la pantalla donde anuncian el que tenemos que coger, y nos "despistamos un poco", nos ponemos a comentar la mañana, que si una foto aquí, otra allá... total que llega la hora y el tren que no aparece... uy, pero si estamos solas en el anden, que raro, que raro... Pues que raro no, más bien, que lo hemos perdido... ¿pero como puede ser posible?... pues como que está anunciado en el "Tor2" pero ha salido del que está enfrente... toma ya con los carteles!! Nota mental: no fiarse de lo que pone. Si de repente ves que te has quedado solo en el anden empieza a sospechar... Y para rematar tenemos hasta foto del susodicho tren... De la cara de "gilipollas" que se nos ha quedado no hay foto...

adioooooooos tren...

Solución, volver a comprar otro billete... vaya tela con nosotras!!! al menos la tontería no nos sale muy cara, unos 4 euros. Y en la estación tienen wifi para amenizar la espera, ni tan mal. Habrá que tomárselo con humor. Aventurillas...

Nada más arrancar el tren se pone a llover como si no hubiese un mañana. Que suerte hemos tenido!! Durante toda la mañana ha estado gris, pero hemos disfrutado del castillo sin que nos cayese ni una sola gota. ¿Qué nos deparará la tarde? CONTINURA... 

ahora ya si, de vuelta a Gdansk, en lo que debe ser el "cercanías"