Día 10 mañana: Josefov, el barrio judio de Praga
Josefov, el barrio judio de Praga
Empezamos el día desayunando en el Café Imperial, a tan solo 5 min de nuestro alojamiento, el Hotel Motel One Prague.
El establecimiento se encuentra dentro del hotel del mismo nombre, un hermoso edificio de fachada Art Déco que fue construido entre 1913 y 1914. El interior es sin duda espectacular, con fantásticos mosaicos que cubren las paredes y columnas. Todo un lujo poder tomar un café en un lugar así!
desayunando en el Café Imperial, Praga |
Después de un abundante desayuno nos ponemos en camino. Hoy vamos a visitar el Barrio Judío de Praga.
El barrio de Josefov (llamado así en honor a José II) es uno de los barrios judíos mejor conservados que existen. Y bien merece la pena dedicarle una mañana para recorrerlo.
Lo primero que hacemos es comprar el ticket más completo ("Prague Jewish Town"), que por CZK 480 (precio 2016), da acceso a las sinagogas Maisel, Pinkas, Klaus y Española, al antiguo cementerio judío, a la sala ceremonial, y a la sinagoga Vieja-Nueva.
Los puntos de venta se encuentran en el Centro de Información del museo, la Sinagoga Española, la Sinagoga Klausen y la Sinagoga Pinkas. Como hay donde elegir, lo mejor es hacer la compra en el punto donde menos gente encuentres (en nuestro caso fué en la Sinagoga Maisel).
Podéis encontrar más información sobre horarios y precios en la web oficial.
Comenzamos la visita en la Sinagoga Maisel (donde hemos comprado las entradas). Esta Sinagoga, se construyó a finales del siglo XVI aunque se reconstruyó en estilo barroco después de que un incendio la destruyese casi por completo. El interior alberga una exposición sobre la historia de los judíos de Bohemia y Moldavia desde el s.X al XVIII, con objetos ceremoniales de plata, indumentaria, libros y grabados.
Sinagoga Maisel, Praga |
Nos acercamos a la Sinagoga Española, la más bonita de todas y la de más reciente construcción ya que data de 1868. Su nombre se debe a su impresionante diseño interior de estilo árabe.
Justo al lado de la entrada podéis ver una escultura dedicada a Kafka en la que el escritor está sentado sobre los hombros de un personaje sin cabeza.
Sinagoga Española, Praga |
En el interior de la Sinagoga se puede ver una exposición sobre la historia de los judíos en República Checa desde la emancipación hasta el presente. Pero lo realmente impresionante es, sin duda, su decoración y colores.
Sinagoga Española, Praga |
Nuestra siguiente parada será la Sinagoga Viaja-Nueva. Se terminó de construir en 1270 y es la sinagoga más antigua de Europa en funcionamiento. Al entrar hay que bajar porque es anterior a la elevación del nivel de la calle realizada en la Edad Media para evitar las inundaciones. Los hombres deben cubrirse la cabeza, por lo que a la entrada reparten gratuitamente kipás de papel.
El interior, con un púlpito rodeado de una parrilla de hierro forjado del s.XV, tiene un aspecto parecido al de hace 500 años. En la pared oriental se encuentra la silla del rabino Low, el más sabio rabino de Praga del S.XVI, y el arca cubierto por un tímpano del S.XIII.
Sinagoga Viaja-Nueva, Praga |
Además se dice que en el desván de esta Sinagoga, tras una puerta sellada sólidamente, se encuentra el cuerpo de arcilla seca del Golem del rabí Loew, encerrado para toda la eternidad para que no pueda escapar y causar más destrucción....
La leyenda del Golem cuenta que, el rabino Low, mediante el estudio de las escrituras sagradas a través de la cábala, logró descifrar la palabra que Yahvé utilizó para dar el don de la vida. Moldeó entonces una pila de fango que tomó del río Moldavka, y creó un hombre de barro. Para darle vida escribió en su frente la palabra "Emet", que en hebreo significa ‘verdad’ .
El ser se caracterizaba por una extraordinaria fuerza. No comía, bebía ni dormía y realizaba duras tareas sin cansarse, obedeciendo las ordenes de su creador.
Al principio, el Golem fue indispensable en la comunidad del ghetto, pues ayudaba con todo tipo de tareas construyendo, limpiando, y cargando agua, ya fuera de día o de noche. Sin embargo el Golem también estaba sujeto a las leyes talmúdicas hebreas como el resto de los judíos, por lo que no podía trabajar durante el Sabath, o el sábado. Así que en este día de descanso, el rabí le borraba la primera letra de la inscripción escrita en la frente del Golem, lo que dejaba inscrito solamente la palabra Met, que en hebreo significa ‘muerte’. Una vez borrada la letra, el Golem perdía el soplo de vida, y descansaba.
Pero un día el rabino se olvidó de borrarla, y la criatura se transformó en una fuerza destructora arrasando el ghetto judío.
Low entonces se acercó al Golem, y con un sencillo movimiento de su mano, le borró la inscripción sobre su frente. En ese mismo momento el monstruo cayó sobre la tierra y murió. Aunque muchos creyeron que el rabino ocultó al Golem en el desván de su sinagoga donde aún sigue oculto...
Así que si escucháis ruidos estraños durante vuestra visita, mejor no "investigar"
Continuamos nuestro recorrido por una calle repleta de puestos de artesanía y aprovechamos para echar un vistazo. De regalo me llevo un imán de nevera con forma de Golem que me parece de lo más original (otra nueva pieza para la colección ).
Lo curioso es que, si os fijáis, justo por encima de los puestecillos se puede ver la reja del cementerio. De la reja hacia abajo, detrás del muro que queda oculto por los puestos, están los enterramientos (el cementerio está elevado) ... y es que por falta de espacio los cadaverés eran enterrados unos encima de otros y el cementerio creció a lo alto.
Al final de esta calle se encuentran la Sala Ceremonial (el curioso edificio del fondo que podéis ver en la foto) y Sinagoga Klaus (a la izquierda).
Sala Ceremonial y Sinagoga Klaus, Praga |
Construida en 1912, la Sala ceremonial fue en el pasado la morgue del antiguo cementerio judío. Hoy contiene una exposición de tradiciones judías relacionadas con la enfermedad y la muerte.
La vecina Sinagoga Klaus, de estilo barroco, contiene una especie de exposición sobre las ceremonias judías del nacimiento y la muerte, la oración y los días sagrados.
Sinagoga Klaus, Praga |
Para poder acceder al cementerío judío tenemos que volver sobre nuestros pasos y dar la vuelta a la Sinagoga Klaus. Se accede a través de la Sinagoga Pinkas.
Después de la II Guerra Mundial la Sinagoga Pinkas se convirtió en monumento, con paredes y más paredes inscritas con los nombres, fechas de nacimiento y de desaparición de los 77.297 checoslovacos víctimas de los nazis. La verdad es que pone los pelos de punta!!
En la planta superior se pude ver una colección de dibujos hechos por niños del campo de concentración de Terezín.
Sinagoga Pinkas, Praga |
Y por último visitamos el cementerio judio, el más antiguo que queda en Europa. Contiene alrededor de 12.000 lápidas amontonadas unas encima de otras, aunque debajo de estas se calcula que puede haber alrededor de 100.000 tumbas dispuestas en capas (debido a la falta de espacio). Una de las lápidas más antiguas es la del rabino Loew.
Los montones de piedrecitas que veréis sobre las lápidas son debidas a la tradición judía: la piedra simboliza la eternidad, de ahí la costumbre a dejar piedras en lugar de flores (la piedra es eterna mientras que las flores se marchita)
Cementerio Judío Praga |
Con esta última visita ponemos fin a nuestro recorrido por el Barrio Judio de Praga.
Solo os dejamos una última recomendación, durante vuestro paseo por la zona, prestad también atención al suelo. Podréis observar unas pequeñas placas doradas incrustadas en él. Se llaman Stolpersteine (palabra alemana que designa una piedra en el camino que puede hacer tropezar al caminante) y se pueden encontrar en muchos barrios judíos por toda Europa, aunque sobre todo las encontraréis en Alemania.
Están colocadas en el pavimento delante de los edificios o lugares donde víctimas del olocausto vivieron o trabajaron antes de ser encarceladas o deportadas. En la placa pone: Aquí vivió o aquí trabajó... y el nombre de la victima junto con su triste final.
Barrio Judío de Praga |
En este caso, junto a los nombres, aparece el del Campo de concentración de Terezín ("Terezina"), situado a 61 kilómetros al noroeste de Praga. Aunque en Terezín no hubo ejecuciones, por lo que no se le puede llamar campo de exterminio tal cual, en él murieron cientos de judíos a causa de la desnutrición y las pésimas condiciones higiénicas en las que vivían. Además muchos de sus residentes fueron trasladados de aquí a Auschwitz o Treblinka, donde fueron asesinados.
Desde luego, estas pequeñas placas de tan solo 10cm x 10cm, son un extraordinario homenaje a todas estas victimas. Y una gran manera de no dejar caer en el olvido la barbarie de los asesinatos cometidos por los Nazis.