Día 1 mañana: recorriendo Albi, la ciudad roja
Que ver en Albi en un día
Albi es una pequeña ciudad situada a orillas del río Tarn. Fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en el 2010 y sin duda merece la pena dedicar al menos una mañana para conocerla. Su gran catedral fortificada, Sainte Cecile, construida en ladrillo rojo; el antiguo palacio episcopal y las viejas casas medievales con vigas de madera, piedra y más ladrillo rojo, hacen de Albi una parada imprescindible en cualquier ruta por el Sur de Francia.
Nosotros llegamos el día previo, en un vuelo Madrid-Toulouse, que aterrizó a última hora del día. Decidimos dormido en el hotel Mercure Albi, situado a orillas del río Tarn, en el centro de la ciudad muy cerca del Puente Nuevo y del Puente Viejo. El hotel ocupa un antiguo molino de agua, originario del 1770 y, aunque algo caro, no lo podemos recomendar más. La habitación es moderna y acogedora y el edificio tiene un encanto especial. Está ubicado en un enclave único y tiene unas vistas a la ciudad y al río maravillosas.
Pero lo mejor de todo, tiene aparcamiento gratuito!!!. Por lo que, bien tempranito, y después de desayunar algo en la propia habitación, salimos a recorrer la ciudad, dejando el coche en el aparcamiento sin ningún problema.
Cómo hemos comentado, el hotel se encuentra ubicado al lado del río, concretamente al lado derecho del río y desde esa orilla las vistas sobre el centro histórico de Albi son impresionantes. Se puede ver casi toda la ciudad episcopal con el Pont-Vieux (Puente Viejo), las murallas a lo largo del agua, el Palacio de La Berbie y, sobre todo, la gran torre de la catedral.
Sin duda, un punto perfecto para comenzar el día, ¿no creéis?
 |
| Albi |
Al otro lado no espera el centro histórico de la ciudad de Albi, pero para llegar a él hay que cruzar el “puente antiguo”.
 |  |
| Albi | |
Pont Vieux de Albi (Puente Viejo).
Fue construido en el siglo XI sobre el río Tarn y se convirtió en un lugar de paso obligado para las rutas comerciales. El obispado cobraba un peaje para poder cruzarlo lo cual contribuyó en gran medida al crecimiento de la ciudad. Está sostenido por ocho arcos de piedra recubiertos posteriormente con ladrillo y tiene una longitud de 151 m.
Se trata sin duda de una de las estructuras más fotografiadas de Albi.
Después de cruzarlo nos adentramos por los viejos callejones de la ciudad (la mejor manera de descubrir los barrios medievales de Albi)
 |  |
 | |
| Centro histórico Albi | |
Place Sainte-Cécile
El casco histórico de Albi no es muy grande, así que resulta muy fácil recorrerlo a pie sin perderte. Aunque no viene mal contar con un mapa con los lugares de interés, por lo que lo mejor que podemos hacer es acercarnos a la oficina de turismo y conseguir uno. La Oficina de Turismo está ubicada en la Place Ste Cécile.
Horario de apertura:
- Abierto los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábados de 9:30 a.m. a 12:30 p.m. y de 1:30 p.m. a 5 p.m.
- Domingo 10 a.m. a 12:30 p.m. y 1:30 p.m. a 4 p.m.
Aquí, además, proporcionan información sobre tres interesantes circuitos, con una duración aproximada de 1 hora cada uno:
- Circuito amarillo: muestra las diferentes etapas de desarrollo de Albi.
- Circuito azul: transcurre a orillas del Río Tarn y sus barrios.
- Circuito púrpura: ruta por el casco antiguo.
En la misma Place Sainte-Cécile se encuentran dos de las visitas imprescindibles en Albi, su famosa Catedral y el Palacio de la Berbie, que alberga el Museo Toulouse-Lautrec. Muy cerca de la oficina de turismo encontramos también el mercado cubierto.
 |  |
 | |
| Centro histórico Albi | |
Catedral de Santa Cecilia
La construcción de la Catedral de Santa Cecilia comenzó en 1282 bajo la dirección de Bernard de Castanet (1277-1307), quien fue obispo de Albi e inquisidor principal. Fue construido como una fortaleza defensiva y una declaración de fuerza después de la Cruzada albigense (1209-1229), una guerra santa librada por la Iglesia católica contra los cátaros heréticos y el conde de Toulouse. De hecho, su aspecto exterior nos recuerda más a eso, a una fortaleza, que no a una iglesia.
¡¡¡Estamos ante la catedral de ladrillo más grande del mundo!!! Con 113 metros de largo y 35 metros de ancho, y con un campanario de 78 metros de altura, la catedral de Sainte-Cécile de Albi tiene sin duda unas dimensiones extraordinarias. La primera pregunta que nos viene a la mente es… ¿Y por qué está hecha de ladrillo? pues muy sencillo, esto se debe a que no había canteras de piedra cerca. Tenían que construir con ladrillos fabricados con la arcilla del río Tarn, que pasa por la ciudad.
Después de unas cuantas fotos de su exterior, es hora de conocer su interior…
- Horario de apertura: todos los días del año de lunes a sábado de 9h30 a 18h (última entrada a las 17h45). Domingos de 9h30 a 10h15 y de 13h30 a 17h30 (última entrada a las 17h15)
- Precio: la entrada al interior de la iglesia es libre.
- Entrada al coro: 5 €
- Entrada combinada coro + tesoro: 6€ (precio año 2019)
Accedemos a la catedral por la impresionante puerta de "Domenica de Florence", una puerta fortificada del siglo XV y con un espectacular baldaquino gótico flamígero lleno de pináculos y motivos florales (1520-1535).
La sencillez exterior contrasta con lo que encontraremos en el interior. Es la única catedral de Europa completamente pintada. Dicho así puede parecer poca cosa, pero cuando entras y lo ves te quedas con la boca abierta. Para que os hagáis una idea, tiene 18.500 m2 de frescos y decoraciones.
Los aspectos más destacados, son sin duda, la impresionante pintura del Juicio Final y el coro. También tiene un órgano del siglo XVIII con el que todavía se siguen dando conciertos. Y un pequeño museo o sala del tesoro con objetos de arte sacro.
El coro
A la derecha de la entrada está el coro. Para verlo sí tienes que pagar (no para ver la nave central) pero vale la pena porque es espectacular. Se construyó a finales del siglo XV por artistas borgoñones y está cercado por un recinto de mármol gótico flamígero.
Es una obra maestra tanto arquitectónica como musical. Su caja, obra de Christophe Moucherel, se construyó entre 1734 y 1736.
 |  |
| Catedral Albi | |
El órgano
Situado sobre el altar y las pinturas del Juicio Final. Es imposible no verlo: mide nada menos que 16 metros de ancho y 15 de alto. Esto lo convierte en el órgano clásico más grande de Francia.
El juicio final de la catedral de Albi
En la capilla mayor, destaca el fresco Juicio final, realizado entre 1474 y 1484. La obra se ha reconocido como el mural más grande del mundo y muestra una representación del fin de los tiempos realizado por artistas flamencos anónimos. Es la obra más antigua que se conserva en la catedral. Originalmente ocupó unos 200 metros cuadrados de superficie. Y digo esto porque lo vemos incompleto. La parte central se destruyó en el siglo XVII para abrir un acceso a una capilla de la torre, que sirvió como coro de la iglesia hasta el año 1885.
Pintado al temple, en ella se pueden observar tres registros: el cielo, la tierra y el infierno.
La composición marca la ruptura entre Cristo y los condenados, separados por un cielo sombrío y verdoso. Todos los muertos llevan alrededor del cuello el libro de sus acciones buenas y malas, lo que indica que cada uno será juzgado por sus obras en la tierra y que la misericordia por sí sola no será suficiente para asegurar la salvación.
En el medio de la pintura, los ángeles tocan trompetas anunciando la resurrección y el juicio. Los muertos se levantan de sus tumbas.
 |
| Catedral Albi |
El infierno aparece como un mundo subterráneo de desesperación, lejos de Dios. El desorden y el caos constituyen su estructura fundamental: enjambres de masas promiscuas, pandemonios, olores nauseabundos y un estruendo infernal. Los monstruos proliferan: horripilantes demonios de piel flácida y garras que despiertan miedo y odio. Algunos tienen cabezas de cabras; son criaturas pútridas y diabólicas, que simbolizan la lujuria. El infierno se representa ante todo como un horno. Las rayas de color muestran la omnipresencia del fuego que quema, pero no consume, a los condenados.
Se representan también otras torturas: la rueda que se rompe, la alimentación forzada, la ebullición en calderos gigantes y el empalamiento.
El infierno se organiza en siete compartimientos, al igual que los pecados capitales. El primero a la izquierda, en el sentido normal de la lectura, corresponde al orgullo, a la presunción que llevó a Adán y Eva a comer el fruto del árbol de la Ciencia y que los hizo caer en la lujuria, cuyo castigo figura en el extremo izquierdo.
Palacio de la Berbie
La construcción de esta fortaleza comenzó en 1282 bajo las órdenes del obispo Bernard de Castanet, y terminó a fines del siglo XIII. Fue posteriormente convertida en Palacio Episcopal y hoy es uno de los palacios episcopales mejor conservados de Francia.
 |  |
 |  |
| Palacio de la Berbie, Albi | |
Junto a los muros del palacio y con vistas al río Tarn, se pueden visitar los magníficos jardines. Las pasarelas elevadas alrededor de tres lados del jardín ofrecen vistas panorámicas sobre el río Tarn
- Jardines de palacio: de octubre a marzo de 8h a 18h. De abril a septiembre de 8 a 19. Entrada gratuita. se puede acceder a los jardines de manera gratuita, simplemente yendo hacia la izquierda una vez pasada la primera puerta y el primer tramo de escaleras
Los jardines son pequeños en extensión, pero muy hermosos por su disposición, sus pequeñas esculturas, sus balcones sobre el río y su colorido. Y las vistas sobre el propio palacio y la otra orilla del Tarn son sensacionales. No hay que perdérselo.
 |
| Palacio de la Berbie, Albi |
Museo Toulouse-Lautrec
Tras visitar el exterior del Palacio de la Berbie llega el momento de decidir si visitar o no el Museo Toulouse Lautrec.
Toulouse Lautrec nació el 24 de noviembre de 1864 en Albi, en el seno de una de las familias aristocráticas más importantes de Francia. Sus padres, Alphonse de Toulouse-Lautrec-Monfa y la Condesa Adèle Tapié de Celeyran, eran primos. Cómo consecuencia de la consanguinidad de sus padres, padeció una enfermedad que afectaba al desarrollo de los huesos y que comenzó a manifestarse en 1874, cuando apenas tenía 10 años. Su constitución ósea era débil y entre mayo de 1878 y agosto de 1879 sufrió dos fracturas en los fémures de ambas piernas, que le impidieron crecer más, alcanzando una altura de 1,52 metros. Ninguno de los remedios a los que le sometieron los numerosos médicos que su madre consultó encontraron una cura.
Ya desde niño le gustaba dibujar. Con 20 años se marcha a París y se instala en el barrio más bohemio, Montmatre. Esa estancia marcó para siempre su vida e impregnó irremediablemente su obra. En 1891 dibujó su primer cartel por encargo del Moulin Rouge para anunciar a los bailarines La Goulue y Valentín le Désosse.
Su afición al alcohol deterioró su salud, y desde 1897 padeció manías, depresiones y ataques de parálisis en las piernas. Llegó a ser ingresado en un sanatorio mental. Murió en 1901 en casa de su madre. Tenía 36 años.
Tanto si eres un entusiasta del arte como si no, en nuestra opinión, merece totalmente la pena visitar el museo.
Las obras más famosas de Toulouse-Lautrec son sin duda sus carteles, representaciones de la vida nocturna parisina, pero estos son solo una pequeña parte de las obras expuestas. Podemos encontrar 31 carteles del pintor, unas 219 pinturas, 563 dibujos, 183 litografías, lienzos, retratos, estampados del mundo del espectáculo y muchas obras más. Están muy bien estructuradas y es un lujazo para los amantes de la obra del pintor.
Nosotros pasamos aproximadamente una hora recorriéndolo y consideramos que es bastante interesante.
- Horario apertura. Todos los día, 10h-12h y 14h-18h, cerrado el martes.
- Colección permanente y temporal: adultos 9€.
Mercado cubierto de Albi
El mercado de Albi fue construido en 1905 imitando las Halles de París, según los conceptos de André Michelin. Es un mercado cubierto con una forma triangular de estilo Art Noveau, hecho de ladrillo visto y con una estructura metálica muy elegante.
Es pequeñito y curioso, muy bonito por fuera, y funcional en el interior. Aquí se pueden comprar y degustar múltiples productos de la zona, tanto dulces como salados. La planta baja está compuesta por tiendas de especialidades: carnicería, pescadería, pastelería, charcutería, ostrería... En la planta baja hay un supermercado, un restaurante y aseos públicos
A mí me gustó mucho, aunque quizás no sea objetiva ya que soy una enamorada de los mercados. Había muchos lugareños haciendo sus compras y pudimos disfrutar del bullicio y de los expositores que estaban por todo el interior. Tantos productos y todos tan apetecibles… Todo tan bien presentado y expuesto que no sabes dónde mirar.
Tuvimos la suerte que los sábados alrededor del mercado cubierto se concentran muchos puestos en un mercado al aire libre donde se exponen los productos de la zona: quesos, mermeladas, verduras…Una auténtica maravilla para los sentidos.
- Horario de apertura: de martes a domingo de 7:00 a.m. a 2:00 p.m. Cerrado los lunes.
 |  |
 |  |
| Mercado cubierto, Albi | |
Barrios Medievales de Albi
Los barrios que rodean la catedral se mantienen casi intactos, con viviendas que datan de la Edad Media. Es como si el tiempo se hubiese detenido en este lugar.
Detrás de la catedral se encuentra la Place Savène, una plaza encantadora, precedida por la Rue Savène.
De vuelta a la Rue Savéne e inmediatamente a la izquierda, está el fresco del bicentenario o la fresque du bi-centenaire, un mural pintado en 1989, que conmemora la anexión de Castelviel a Albi durante la Revolución Francesa en 1789. El mural está pintado donde solía estar la Iglesia de San Loup, de la cual solo se conserva el campanario.
 |  |
 | |
| Centro histórico Albi | |
En el paseo también te sorprenderá una preciosa casa de ladrillo y entramado de madera. Tiene todas las características de las casas medievales de Albi: pisos con mayor superficie que sobresalen de la fachada inferior, áticos abiertos conocidos como “le soleilhou” (una planta superior abierta para secar el grano)… Se trata de la Casa del Vieil Alby.
 |
| Centro histórico Albi |
Pero lo mejor es callejear y descubrir todos sus rincones.
 |  |
| Centro histórico Albi | |
Colegiata de San Salvy
Su construcción comenzó en el siglo XI en honor al primer obispo de la ciudad que fue canonizado posteriormente, pero con el asentamiento de los cátaros no se finalizó hasta el siglo XIII. Debido a este espacio de tiempo presenta una combinación de estilos románico y gótico muy característico que se refleja con claridad en su gran torre. En el interior se adosó un pequeño claustro que fue casi destruido durante la revolución francesa y que hoy representa un remanso de paz.
- Horario iglesia: de 8:30 a 12:00 y de 14:00 a 17:00. Horario claustro: de 7:00 a 20:00
- Precio: entrada libre
 |  |
 |  |
| Colegiata de San Salvy, Albi | |
Comer en Albi
Es hora de tomarnos un merecido descanso y buscar un lugar para comer. Elegimos el restaurante "Le lautrec".
Está muy cerca de la catedral, aunque en una esquina muy tranquila. El local es pequeño pero muy agradable, la comida muy rica y muy bien presentada. Con opción de menú (“formule” o "Menu du jour"). Todos los días, en la puerta del establecimiento, hay una pizarra que anuncia en qué consiste “la formule” ese día. Por un precio fijo puedes elegir 'entrante + plato principal', 'plato principal + postre', o el completo 'entrante+plato principal+postre' por algo más de dinero (18€).
Obviamente elegimos esta última opción.
 |  |
 |  |
| restaurante "Le lautrec", Albi | |
Con las energías recargadas volvemos al hotel a recoger nuestro coche. Albi nos ha encantado, pero tenemos que seguir con nuestra ruta de hoy, aún nos queda mucho que visitar antes de que termine el día!!
