Día 11: Honfleur - Etretat - Ruan
Que ver y hacer en un día de excursión desde Ruan. Honfleur y Acantilados de Etretat
Hoy amanecemos en Honfleur, una de las ciudades más bellas y con más encanto de Normandía.
Hemos dormido de maravilla en el Hotel Mercure Honfleur. La verdad es que este hotel nos ha gustado mucho, está muy céntrico y además tenemos la ventaja de poder dejar aparcado el coche en su parking mientras recorremos la ciudad.
Si no hacéis noche en Honfleur quizá os interese conocer que el mejor lugar donde estacionar vuestro coche cuando llegues es el parking que hay junto a la oficina de turismo, justo al lado del muelle.
Office de Tourisme de Honfleur. Quai Lepaulmier – 14600 Honfleur.
Horario temporada alta (julio/agosto):
- De lunes a sábado: de 9:30 a 19:00 sin interrupción.
- Domingos y festivos: de 10H a 17H sin interrupción.
Y ahora si... vamos a conocer Honfleur!!!
Qué ver en Honfleur en media día
Honfleur es famoso por haber servido de inspiración a artistas como Monet, Courbet y Boudin. Y sin lugar a dudas posee el puerto más bonito de toda Normandía. Ya solo por esto merece totalmente la pena acercarse hasta aquí (y parece que no somos los únicos en opinar esto, ya que está saturada de turistas…)
Comenzamos nuestro recorrido en el muelle Saint-Etienne, repleto de barcos de pesca y lujosas embarcaciones de recreo. Las vistas desde aquí son simplemente espectaculares. Se abre ante nosotros el muelle Sainte-Catherine, donde abundan las casas con fachada de pizarra y color pastel, muchas de ellas del siglo XVIII, las cuales se han convertido en restaurantes y animadas terrazas. También se pueden ver los graneros de sal en donde se almacenaba la preciosa mercancía que los marinos traían de Terranova.
Qué ver en Honfleur |
Qué ver en Honfleur |
Pero antes de cruzar al otro lado, merece la pena detenerse en la iglesia de St-Etienne, donde hoy se encuentra instalado el museo de la marina.
Qué ver en Honfleur |
Cruzamos al otro lado del puerto y, antes de continuar la ruta. nos sentamos a degustar un buen desayuno en uno de sus restaurantes.
Qué ver en Honfleur |
Justo al lado se encuentra la "Vieux Bassin" (antigua dársena) en cuya entrada se encuentra la Maison de la Lieutenance, que monta guardia aquí desde el siglo XVII. Antigua residencia del lugarteniente del Rey, vigila la esclusa que mantiene el nivel de agua en el puerto. Esta esclusa comunica con el canal, canal que se mantiene en uso gracias a constantes drenajes. Y aunque la dársena interior solo se utiliza para barcos de recreo y pintorescos barcos históricos bien conservados, en el cercano malecón hay barcos pesqueros (el pescado se sigue vendiendo directamente desde las embarcaciones o en puestos improvisados en el embarcadero).
Tampoco hay que olvidarse de su bonito carrusel. El carrusel de Honfleur, se instala todos los años (de mayo a octubre) desde 1995 en frente del ayuntamiento. Sus bonitos caballos de madera son una alegría para niños y adultos, que tradicionalmente se reúnen alrededor de este tiovivo.
Qué ver en Honfleur |
Muy cerca del muelle se encuentra la Iglesia de Santa Catalina, reconocida por la UNESCO como la iglesia de madera más grande de Francia.
La iglesia de Santa Catalina fue construida en el barrio del mismo nombre durante la segunda mitad del siglo XV, reemplazando una antigua iglesia de piedra que fue destruida durante la Guerra de los Cien Años. Con los limitados medios de la época, los habitantes utilizaron la madera del cercano bosque de Touques como materia prima y su conocimiento en la construcción naval para levantar la iglesia. El resultado: este notable edificio todo en madera y con forma de doble casco de barco invertido.
Como curiosidad, frente a la iglesia, en un edificio separado, se encuentra el campanario, que ahora es un museo de arte religioso. Su construcción aparte fue para evitar que la iglesia ardiera debido a que el campanario, por su altitud y posición en la ladera, atraía mucho a los rayos. En el mismo edificio podréis encontrar unos baños públicos, que siempre vienen muy bien.
La entrada a la iglesia es gratuita.
Nota al Pie |
A partir de aquí lo mejor es perderse por el intrincado laberinto de calles detrás del puerto, donde los aleros de los altos edificios de entramado de madera, casi se tocan.
Qué ver en Honfleur |
Bajo estos tejados podemos encontrar una gran cantidad de tiendas tradicionales que venden todo tipo de artículos como antigüedades, libros, alimentos… así como galerías de arte.
Es un buen momento para visitar alguna de las muchas tiendas de vinos y licores y pedir una botella de Calvados (que es un aguardiente de manzana y una gran especialidad de la región de Normandía) o de Pommeau (aperitivo normando compuesto de mosto de sidra y calvados). Si prefieres algo más liviano y más refrescante, prueba una de las sidras de producción local. Y es que Francia no es únicamente vino y champán…
La sidra la puedes encontrar en casas y restaurantes ya sea seca, semiseca o dulce. Y recuerda, se bebe de manera tradicional en una taza cerámica, llamada ‘bolée’.
Qué ver en Honfleur |
Seguimos callejeando hasta llegar al Faro de Butin ya más a las afueras. La verdad es que este pueblo conserva un encanto especial, por eso dicen que es uno de los más bonitos de Normandía!.
Volvemos sobre nuestros pasos para recoger el coche y ponernos de nuevo en marcha. No sin antes parar de nuevo en el precioso puerto de Honfleur para una última foto...
El Puente de Normandía
Llegamos Étretat desde Honfleur cruzando el Puente de Normandía. El puente de Normandía atraviesa el estuario del rio Sena, conectando la ciudad de El Havre con Honfleur.
Este puente es una auténtica hazaña de ingeniería y uno de los iconos modernos de la ciudad. Sus 215 m de alto y 2.141 m de largo constituyeron un récord mundial en el momento de la construcción.
Ojo! No es gratis: para pasar, hay un peaje de 5,40 euros.
El puente es impresionante y a nosotros nos recordó un poco al puente Vasco de Gama en Lisboa. Lo que más llama la atención del puente de Normandía es la inmensa curvatura que tiene, lo que supone que al principio subes una gran cuesta... que luego hay que bajar.
Puente de Normadía |
Qué ver en Etretat en medio día
Llegamos a Etretat en mitad de una buena tormenta y además pillamos un buen atasco para poder entrar. El tema de aparcar estuvo bastante complicado, pero finalmente, después de un buen rato dando vueltas, y cuando ya empezábamos a desesperar, conseguimos encontrar un hueco (eso sí, de pago).
Dada la hora, lo primero fue buscar un sitio donde poder comer. Una vez más, gente y más gente... nos armamos de paciencia y decidimos esperar cola bajo la lluvia (menos mal que siempre llevamos paraguas en los viajes...) y por fin podemos sentarnos a degustar una buena cazuela de mejillones en "la flottille".
Qué ver en Etretat |
Con el estómago lleno y por suerte, sin lluvia, podemos ya si, visitar Etretat.
Étretat es una pequeña localidad costera famosa por sus acantilados: los dos acantilados gemelos, el Falaise d’Aval y el Falaise d’Amont. Se puede n contemplar ambos desde la playa.
La playa de Etretat no es de arena, está llena de pequeños cantos blancos. Por cierto, está prohibido coger las piedras de la playa ya que son una protección natural que preserva al pueblo de inundaciones durante tempestades y limitan la erosión de los acantilados. Llevarse guijarros pone en peligro este litoral y está penado con una multa de 90€.
Qué ver en Etretat |
A la derecha de la playa, sobre el pueblo, se encuentra el acantilado “Falaise d´Amont”, en cuya cima sobresale la pequeña y coqueta Iglesia Notre-Dame de la Garde.
Además de la antigua capilla hay un pequeño jardín (Jardins d'Etretat).
A finales del siglo XIX, Madame Thebault (una famosa actriz francesa amiga de Claude Monet) decidió crear un jardín de vanguardia en su Villa (Villa Roxelane). Contrató para ello al reconocido arquitecto paisajista Alexandre Grivko. El artista uso la vegetación para crear magníficas esculturas vivientes, dándoles otra dimensión a los jardines con una exhibición de arte moderno. Además, el jardín tiene unas vistas mágicas sobre la espectacular costa rocosa de Etretat y el pueblo debajo.
- Los jardines de Etretat están abiertos todos los días del año. De lunes a viernes de 11.00 a 19.00 y de sábado a domingo de 10.00 a 19.00. Tarifas de entrada: 10,50 euros para adultos.
Qué ver en Etretat |
A mano izquierda podemos ver el acantilado "Falaise d’Aval" u "Ojo de la Aguja". Un arco natural, formado por la erosión del mar, que mide más de 70 metros.
Si vamos en esa dirección, donde termina la playa podemos seguir caminando por un sendero que nos conducirá a la cima, disfrutando por el camino de espectaculares vistas. El color blanco de los acantilados contrasta con la alfombra verde de hierba que llega hasta el borde del mar y ofrece un espectáculo unico.
Ojo!! Ya que se trata de un sitio natural. Las barandillas de seguridad están alejadas y son pocas y se debe tener cuidado, especialmente cuando se viaja con niños pequeños.
Qué ver en Etretat |
Después del espectacular paseo damos una vuelta por el pueblo que, aunque pequeño, tiene calles estrechas y casas típicas de Normandía con abundantes tiendas con productos regionales, restaurantes, bares y creperías.
Es hora de poner rumbo al que será nuestro alojamiento esta noche, el Hotel ibis Rouen Centre Champ de Mars.
¿Y qué mejor manera de terminar el día que disfrutando de un fantástico espectáculo de luces? A los franceses les encantan los espectáculos de luz y sonido. Y en nuestro viaje por Bretaña, Normandía y valle del Loira pudimos comprobarlo. En verano muchos de los monumentos más conocidos, como castillos y catedrales, se visten de color durante las noches.
Este es el caso de la catedral de Ruan. Durante las noches veraniegas, cientos de miles de espectadores se alinean en la plaza, frente a la catedral, para ver cómo su fachada cobrar vida. La catedral se ilumina con imágenes espectaculares que narran la historia de Guillermo el Conquistador y el mito de Juana de Arco, la figura más emblemática de Ruan.
Espectáculo de luces catedral de Ruan |
Y lo mejor de todo... es totalmente gratuito!