Día 8: San Petersburgo. Museo del Hermitage y Catedral de San Isaac
Visitar el Hermitage y la Catedral de San Isaac, San Petersburgo
El día amanece nublado y tiene pinta de que va a ir a peor... Desayunamos tranquilamente en nuestro hotel y nos ponemos en camino hacia una de las visitas imprescindibles en la ciudad de San Petersburgo: el Museo del Hermitage!!
Visitar el Museo del Hermitage, San Petersburgo
El Museo del Hermitage es uno de los museos más grandes del mundo. En realidad está compuesto por cinco edificios diferentes: el Palacio de Invierno, residencia oficial de los antiguos zares, el Teatro del Hermitage, el Hermitage Pequeño, el Hermitage Viejo y el Nuevo Hermitage. Todos ellos unidos entre sí. Y su colección está formada por más de tres millones de piezas con objetos que van desde las épocas romanas y griegas... arte oriental y ruso, joyas.... o cuadros de la Europa Occidental (Da Vinci, Miguel Ángel, Tiziano, Rafael, Rubens, Rembrandt, Monet, Gauguin, Van Gogh...)
Si, como nosotros, no sois mucho "de museos" no os asustéis!! Todo el complejo en sí, es una obra de arte: los edificios, los techos, las ventanas, los muebles... Por lo que ya la simple visita al edificio principal merece la pena. Es realmente espectacular!!
Museo del Hermitage, San Petersburgo |
Eso sí, como podéis imaginaros, visitar el Hermitage en temporada alta y en un día de lluvia implica tener que armarse de paciencia... La táctica de madrugar para evitar las multitudes desgraciadamente, en esta ocasión, no sirve para nada. El museo abre sus puertas bastante tarde, a las 10.30 y a esas horas hasta los turistas más perezosos ya están en plena actividad .
Al menos, lo que si nos vamos a evitar es la cola que se forma para comprar las entradas... ¿cómo? muy sencillo:
- La primera opción es comprar los tickets online, aunque si lo haces en la versión inglesa de la web, no sé porque extraño motivo el precio se duplica. Nada más y nada menos que 17.95$. Mientras que, en ruso, cuesta 600rub. Existen tutoriales para hacer la compra en ruso, pero, sinceramente no teníamos ganas de complicarnos la vida. Por eso nosotros descartamos este método.
- La segunda opción, y la que os recomendamos, es compra las entradas en el propio museo. Más en concreto, en cualquiera de las máquinas expendedoras de tickets que hay en el patio de la entrada principal. Sorprendentemente, cuando llegamos casi no había gente esperando para usarlas, mientras que ya había una larga cola delante de la taquilla física (por algún extraño motivo a los rusos no le gustan las máquinas automáticas...)
entrada al Hermitage |
Después de comprar nuestros tickets entramos directamente por uno de los laterales (por la exposición de Siberia) Y aquí es cuando te das cuenta realmente de que el Hermitage es uno de los museos más grandes del mundo... y también uno de los más caóticos.
Visitarlo por libre puede implicar perderse en un laberinto de salas que no siguen ningún orden ni numeración lógica. Por lo que resulta imprescindible hacerse con un mapa en la entrada. Y eso es precisamente lo primero que hacemos nada más traspasar el correspondiente arco de seguridad. El mapa nos recuerda al que usamos para recorrer el "British Museum" de Londres. Aparecen todas las salas numeradas y unos fotos al lado para saber dónde están ubicados "los imprescindibles". Realmente de gran utilidad!! Incluso aunque esté en cirílico
Gracias a esto conseguimos orientarnos y localizar los puntos de interés que queremos visitar. Ya podemos comenzar con el recorrido!! ¿Y que es lo que podemos ver? nosotros nos vamos a centrar en el edificio principal donde podemos disfrutar de los siguientes puntos.
El palacio de Invierno (Hermiotage)
Es una obra maestra del estilo barroco, creada por el arquitecto italiano Francisco Bartolomé Rastreli. Fue construido para la emperatriz Isabel, hija de Pedro el Grande y durante dos siglos se convirtió en la residencia principal de los zares. Paso a formar parte del museo en 1922
En su interior conoceremos, entre otros:
- La increíble escalera principal (The Jordan Staircase): data de 1762 y es uno de los elementos más representativos del barroco imperante en la época de la zarina Isabel.
Palacio de Invierno, San Petersburgo |
- La sala de Malaquita: sirvió como salón estatal de la emperatriz Alexandra Fiodorovna, la esposa de Nicolás I. Sus columnas, pilastras, chimeneas, lámparas de pie y mesitas están decoradas con malaquita de los montes Urales.
- La sala de Escudos: para su decoración fueron utilizados 13 kilos de oro. Podéis pensar: “no es todo el oro que reluce” pero en el Hermitage todo que reluce es oro de verdad (bueno, pan de oro).
- La sala de San Jorge o Sala Grande del Trono: destinada para las ceremonias oficiales más solemnes. Luce 48 columnas monolíticas de mármol blanco de Carrara y 18 mil elementos decorativos de bronce dorado en el techo.
- La Librería de Nicolás II: esta biblioteca, que pertenece a los apartamentos privados del último emperador ruso, fue creada en 1894-95 por Alexander Krasovsky. Todo en la estancia es espectacular desde el techo artesonado de nogal a las estanterías ubicadas lo largo de las paredes y en la galería superior (a la que se accede por una escalera).
- También destaca la exposición arqueológica de Egipto o las obras de pintura francesa del XVIII: Pajou, Vernet, Chardin, etc.
El Pequeño Hermitage
Todos los palacios comunican unos con los otros. Desde el Palacio de Invierno accedes al Pequeño Hermitage.
Fue construido para la vida privada de Catalina II. La emperatriz quería descansar de la vida oficial en un lugar aislado, acogedor y lleno de obras artísticas.
En su interior merece la pena visitar la Sala de Pabellones, un maravilloso salón adornado con galerías, mosaicos esmaltados y centelleantes lámparas de araña de cristal de roca. En esta sala se expone también el reloj Pavo real, el reloj autómata más grande del mundo. Cuando el reloj da las horas, el pavo real instalado en un roble, abre su opulenta cola y da la vuelta mostrándola. Por desgracia el funcionamiento del mismo solo puede verse mediante vídeo (al lado del reloj).
El Pequeño Hermitage, San Petersburgo |
El Antiguo Gran Hermitage
Fue construido junto al Pequeño Hermitage en la década de 1770 para instalar la creciente colección artística de Catalina II.
En él se puede disfrutar de una amplia exposición de arte renacentista italiano, con obras como la "Madona Benois" de Leonardo da Vinci o la "Madona Connestabile" de Rafael Sanzio, entre otras joyas pictóricas de maestros del Arte como Tiziano o Caravaggio.
Os recomendamos que no os perdáis las logias de San Rafael. Encargadas por la emperatriz Catalina II a finales de la década de 1780, son la copia exacta de la Galería del Palacio Papal de la Ciudad del Vaticano.
Las bóvedas de las Logias están decoradas con escenas de historias bíblicas y las paredes están cubiertas con pinturas con motivos ornamentales.
Hermitage, San Petersburgo |
El Nuevo Hermitage
Es el único palacio del conjunto que no fue construido con Catalina II en el trono, sino con su nieto, Nicolás I, y resultó ser el primer museo que abrió sus puertas al público, hace más de 150 años.
En él podemos encontrar lienzos de maestros flamencos y holandeses como Rubens, Van Dyck o Rembrandt.
Otro tesoro artístico de este edificio es la impresionante muestra de arte español de los siglos XVI y XVII. "El almuerzo" de Velázquez es una de las obras más importantes, junto a otros trabajos de Murillo, Zurbarán, Ribera o El Greco, entre otros.
Así como una fantástica colección de pinturas del impresionismo y el post-impresionismo francés y de los maestros de principios del siglo XX (Monet, Sisley, Renouair, Cezanne, Van Gogh, Picasso...)
En resumen, para ver el museo completo haría falta pasar aquí una semana entera!!! Por lo que si disponéis de poco tiempo, y queréis ir al grano, os recomendamos contratar un tour guiado para visitar el interior del Hermitage. Es una opción ideal. El guía os conducirá por las principales salas del museo siguiendo un orden lógico (es bastante fácil perderse en su interior) y os permitiendo ver los puntos más importantes de la colección. Será sin duda, un dinero bien invertido!!
Comer cerca del Hermitage
Después de unas 4 horas recorriendo los principales puntos decidimos dar por concluida la visita. Ya va siendo hora de comer asi que, guiados por las críticas de tripadvisor, decidimos acercarnos al restaurante Gosti.
El interior es realmente acogedor y con una decoración genial. Es como estar en el interior de una casita de muñecas. Todo cuidado hasta el último detalle.
restaurante Gosti, San Petersburgo |
La carta está disponible en inglés y está compuesta por platos típicos rusas a un precio bastante razonable. Optamos por compartir una ensalada de entrante y un principal para cada uno. Imprescindible pedir la carta de postres!!
restaurante Gosti, San Petersburgo |
En la pastelería del piso inferior tiene todo una pinta... mmmm... Sin duda un sitio 100% recomendable.
restaurante Gosti, San Petersburgo |
Después de una de las mejores comidas de este viaje ponemos rumbo a la Catedral de San Isaac
Visitar la Catedral de San Isaac, San Petersburgo
La Catedral de San Isaac es uno de los edificios religiosos más importantes de la ciudad de San Petersburgo. Es la catedral más grande de esta ciudad y la cuarta en el mundo
Se levantó a inicios del siglo XIX, sobre las ruinas de dos iglesias anteriores, una de ellas de madera y otra posterior en piedra. El arquitecto francés Auguste Montferrand fue el ganador del concurso y el que dirigió esta obra entre 1818 y 1858. Por cierto, los andamios de la Catedral de San Isaac fueron realizados por un español, el ingeniero Agustín de Betancourt.
Catedral de San Isaac, San Petersburgo |
Desde luego su interior no puede dejar indiferente a nadie. Ya solo su amplitud es sobrecogedora (tiene capacidad para albergar a 14.000 personas).
Para su decoración se emplearon 43 clases de minerales. Se usaron mármoles traídos de Rusia, de Italia o de Francia para las paredes y el suelo. El zócalo se revistió de granito y las columnas del retablo se cubrieron de malaquita y de lapislázuli.
Su valor artístico se ve incrementado por las casi 400 obras de arte que adornan su interior. Obras como esculturas, mosaicos, pinturas…
Pero sin duda, lo más llamativo es la cúpula de oro, se llegaron a utilizar casi 100 kilos de oro en esta cúpula que tiene 21,8 metros de diámetro. Impresionante!!!
Además es posible subir hasta ella (cosa que obviamente hacemos). Desde aquí se pueden contemplar algunas de las vistas más bellas de San Petersburgo.
Catedral de San Isaac, San Petersburgo |
Aprovechamos el resto de la tarde para hacer algunas compras y nos retiramos pronto a descansar. Nuestro viaje a Rusia empieza a tocar a su fin, pero aún nos quedan algunas cosas por descubrir antes de volver a casa!!